martes, diciembre 13, 2005

Gemo contra Soledad

A las buenas emocianadas emisiones!!!

Ay, el que dijo que este mundo era un mar de lágrimas no iba muy desencaminado. Perdón, hola hola, bienvenidas y venidos a una nueva noche de Teclear por Teclear. Vuestro cerebro está sintonizando la onda larga de Radio Radiola, en el catorce punto cero del dial. Ya lo decía mi abuela, en este mundo hay mucha desgracia (pero bien que ella engendró al que me puso este nombre, así que mejor no buscar demasiadas responsabilidades, siempre acabaremos salpicados). Uy, es que se me va, cada vez que pienso en mi infancia aparece como un diablillo en mi interior y me cuesta horrores dominarlo.

Pero vamos a lo que nos interesa. Lectoyentes del mundo entero, hoy hemos recibido nuestra primera consulta (música de celebración), patachín patachán, qué emoción, ¿será sobre sexo, sobre amores, sobre la filosofía del Feng-shui? Oh la la la, parece que tenemos una llamadita primero:

G: Holaaa, qué quieres compartir con nosotros?
Llamada: Oxe, tu ere bujarra o k?
G: Uff, me parece que eso no te importa, a no ser que pretendas compartir efluvios corporales, lo siento guapo, mejor te enchufas a la tele o sales del armario.. Ciao ciao
pi, pi, pi, pi.....

El mundo del directo es así. Mira, mejor cerramos micrófonos y nos dedicamos a regar ese alma delicada que nos ha escogido en este saturado mercado de la auto-ayuda. Sin más preambulos, la consulta:


Estimado Sr. Nomerriegan,

La verdad es que me ha conmovido –más bien sorprendido gratamente- su ofrecimiento desinteresado de compartir su sabiduría social con el único fin de servir de ayuda para guíar nuestras almas perdidas. Además de inspirarme cierta lástima y sentir un desconcertante sentimiento de aflicción hacía su persona. ¡Qué cruel infancia debió pasar Vd.!. Suerte es que siga cuerdo después de las penas que sin duda le ha traído su nombre a lo largo de su vida.

Entrando al trapo. Le hablaría del mal de amor que me ronda últimamente, de la tristeza que siento cuando veo la falta de recursos que algunos de mis alumnos padecen y que les limita hasta para comprar un simple jersei de lana que les ampare del frío húmedo que atiza cualquier mañana de invierno o de la ausencia de respeto, sinceridad y lisura , que para mi vergüenza, se ha convertido en algo habitual entre mis semejantes; pero dada su condición de ‘falto de cariño’ he considerado la posibilidad de cambiar mis discurso inaugural por uno más amable. Por eso de no amargarle el estreno, ya me entiende.

Así pues, sin más dilación iniciaré mi consulta, que para eso ha abierto usía la veda de consejos. Siendo conocedor como es de la realidad, actitud y relación entre la raza humana me gustaría saber su opinión acerca de cómo debería enfrentar cualquier persona cuerda y con sentido común, esa triste soledad no deseada a la que el destino en ocasiones con maldad nos empuja. Ese vacío que muchas veces se siente aún estando en compañía de multitudes. Esa nostalgia y melancolía constantes en tus miradas y sonrisas. Ese desánimo constante. Esas lágrimas incontrolables y sin sentido.

Sin más y esperando su respuesta, le deseo la mejor fortuna del mundo para que su programa ‘Teclear por teclear’ consiga el mínimo share necesario de las ondas para continuar en ellas.

Reciba un cordial saludo.


Una futura fiel seguidora suya.


¿No apreciás una belleza intrínseca en esas palabras? A mi siempre me conmueve constatar como todavía es posible estremecerse ante los sentimientos de nuestros semejantes en un mundo tan deshumanizado como el actual. Vale, vale, si no voy por “feina” como dicen los catalanes, me despedirán. Porque, aquí entre nosotros, ese Radiola es un déspota, aunque se vista con piel de cordero, por otra parte no hace falta preocuparse por la permanencia del programa, como no tenemos competencia y es un dictador, mientras tengáis dudas teclearemos sin parar.

bueno, como no soy universitario, y tengo estudios básicos, siempre me gusta ser un poquito pedante, para joder, no demasiado, a los que salen licenciados y diplomados y son incapaces de distinguir un óbito de un óbice, por lo tanto empezaré con unos versos de Lope de Vega, famosos ellos donde los haya:

A mis soledades voy
de mis soledades vengo
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos


y siguiendo la diarrea pedante, le toca a Juan Ramón Jiménez: “en la soledad no se encuentra más que lo que a la soledad se lleva” ... y acabaremos con ese rojillo chileno coleccionista de objetos y amores: “No hay soledad inexpugnable. Todos los caminos llevan al mismo punto: a la comunicación de lo que somos. Y es preciso atravesar la soledad y la aspereza, la incomunicación y el silencio para llegar al recinto mágico en que podemos danzar torpemente o cantar con melancolía”.

Mi querida futura fiel seguidora, si nos adueñamos de la soledad dejará de ser una enemiga. Ya, ya, te estoy hablando de una soledad idealizada cuando tú me hablas de la no deseada, de esa muerte en vida, del infierno del vacío. En ese caso te doy tres consejos: página web de Puleva, hipnosis.com y pacientesonline.com.ar

Ummm, mejor continúo y no lo dejo aquí, no es cuestión de perder credibilidad en nuestro estreno como buscadores de quesitos perdidos. Ejem, ejem. Yo pienso que la soledad no es buena compañera, porque no nos acompaña, si no la deseamos nos cerca, nos rodea, nos sitia en nuestra mismidad para mostrarnos como somos y despertar los fantasmas que tanto deseamos mantener ocultos. Pero tu querida me restringes el género humano a las personas cuerdas y con sentido común. Perdona, las únicas cuerdas son las que atan o flagelan o atoan o ahorcan y lo más parecido al sentido común se llama mercado común. No sé que te dirán en las páginas webs que te recomendé, la verdad, no me interesan, porque el único camino viable que conozco para eliminar el no entre soledad y deseada es la imaginación (puedes provar también con las drogas, pero tu soledad se puede convertir en un circo en tecnicolor o en la peor pesadilla, allá tú, ya eres mayorcita). Da rienda suelta a tus fantasias, habita tu soledad, da forma a los contornos que antes creías sombras y se transformarán en paisajes, en historias, en sueños. Y no olvides que somos seres sociales y tenemos voluntad. Escoge con quien y cuando compartir, y disfrútalo. Y cómo tu no me hables de tu mal de amor, pues yo tampoco te respondo. Ah, sobretodo, no olvides que existe algo allí fuera llamado realidad, no confundamos valor y precio.

Pues hasta aquí nuestro tiempo y vuestro sufrimiento. Un gran beso y arrivederci Roma que siempre nos quedará París (música de Screamin’ Jay Hawkings, “I love Paris”)

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