domingo, abril 20, 2008

La voz de los demás

Domingo por la tarde, BBC radio england se empeña en hacerme escuchar algo parecido a música clásica pero sin demasiado entusiasmo por su parte. La cáscara del huevo empieza a agrietarse. Los pequeños golpes siguen el ritmo todavía inseguro de los dedos sobre el teclado. El huevo que quizás alguna vez fue enorme se tambalea, derecha izquierda derecha izquierda, como si siguiese un ciclo político acelerado. De repente dos tres cinco seis minúsculas porciones del cascarón se desprenden y caen alrededor. La albumínia tiene un color negro, difuminado, que gotea, mejor, que se eleva lejos de la membrana protectora, asciende durante unos segundos y cae en forma de letras sobre una hoja en blanco. Sorpresa, agitación, magia, entusiamo... las letras forman palabras, en plural, pero dos. Al principio cuesta reconocerlas, la mirada debe acostumbrarse de nuevo a esa forma de comunicación, y mientras la mente va enfocando la imagen, allí está, el ave resurgida una y otra vez de sus cenizas, la memoria rescatada del olvido, las dos palabras que se erigen deslumbrantes en el vacío de las ondas

RADIO RADIOLA

sí, todavía cojeando, todavía convalecientes por la inactividad, pero siempre al servicio del pensamiento mordaz, de las cloacas de la literatura no-existente-por-no-publicada, recogiendo las voces que se pierden por las calles pobladas de esos especímenes de turistas-no-entiendo-sonrientes y de los autóctonos-si-entiendo-pero-no-quiero. Radio Radiola, que fue la voz de las ondas virtuales, hoy es el ventrílocuo de los gritos que por las calles obligan a muchos a sonreír por misericordia, o a girar la vista por vergüenza ajena, es la voz que recita “cuando mi madre se abrío de piernas yo ví la luz, y vino mi padre, y se acabó la vida cuando gritó tú eres el hijo del demonio, el hijo del mal, y yo le respondí, no soy humano ni soy animal, porque yo soy el hijo del sistema, ja ja ja” disfrazada de emigrante poeta, loco callejero, barbudo maloliente, atracción turística controlada, las voces que se confunden con las sirenas de ambulancias, policias, bomberos, alarmas, voces que durante unos segundos captan nuestran atención, y que cuando nos damos cuenta de su forma menos abstracta, cuando olemos su dejadez, cuando se encienden dispositivos de seguridad en nuestro amaestrado cerebro, dejamos de reconocer, creamos discursos de protección “pobre loco, a ver si deja de joder, le doy una limosna o mejor no, que luego se quedará y no me lo podré sacar de encima”, giramos la cabeza para no enfrentarnos a lo que un día podríamos ser, no escuchamos porque las verdades sólo las dictan la universidad, las corbatas, las cuentas corrientes gigantes, pero nunca un “clocharde”. Y así, ciegos y sordos, continuamos tomando nuestro café, disfrutando de una ciudad bendecida por el sol, cada vez más morena, más oscura, más quemada, menos ciudad.

Por cierto, antes de despedirme, os pido que si tenéis un momento, leáis este link (http://w3.bcn.es/V12/Serveis/Noticies/V12NoticiesLlistatNoticiesCtl/0,2138,388939_389139_2_353022974,00.html?accio=detall&home=)

servirá de introducción para la siguiente emisión, barcelona deconstructing, olas de futuro demoledor disfrazadas de remodelación, o como del verbo demoler surge el sinónimo remodelar.

Hasta más leer

No hay comentarios: